domingo, 8 de mayo de 2011

9ª trasmisión. End of Transmissions.

Beginning of transmission of the Defense Department.


From: The Stranger.
Locate: Big Lake, Alaska, EEUU.
To: To the whole world… To whom he me listens… To the survivors

No dispongo de más entradas del diario de Frank Blackmore. Según el principio del mismo lo envió a su domicilio en varios correos ordinarios. Frank deseaba que su memoria llegase a Estados Unidos y desencoló el lomo de este para separar las hojas y así poder hacer varias entregas.
La pista de Frank se perdió en un gulag siberiano.
Anteriormente a esto, Frank fue apresado en el aeropuerto de San Petersburgo 17 horas después de que Yuri traspasase la frontera con Polonia y 24 desde el último envío de su diario. Sabemos que fue juzgado por espionaje y condenado a cadena perpetua en el gulag donde se perdió su pista, en Tunguska. Creemos que Frank falleció a finales de 1986, cuando yo tenía 16 años.
Su memoria ha permanecido viva todos estos años en la mía, y he creído que este era el momento en que debía hacerla pública. Todo lo pública que se puede hacer cuando el mundo se ha ido a la mierda por un arma biológica rusa de los tiempos de la guerra fría. Frank y un por entonces joven Yuri Sukhoi ya intentaron ganar esta batalla hace tres décadas, pero el virus ganó entonces la guerra, al igual que lo está haciendo en nuestros tiempos.
Nuestros esfuerzos son sobrehumanos. Sabemos que los nipones nos siguen a rueda pero que tampoco consiguen avances a pesar de la estrecha colaboración. También sabemos que los franceses, y un laboratorio privado de Pretoria trabajan por su lado pero con idénticos resultados. Cuando conseguimos que el agente no se reproduzca en el anfitrión, este acaba muriendo debido a la droga utilizada. En otras ocasiones lo que conseguimos es acelerar el proceso, pero en un 99% de las ocasiones, en todos los laboratorios que trabajamos con la misma línea la solución no se consigue resultados. Ninguno, ni positivo ni negativo, con lo que se convierte en una nueva vía muerta.
Seguimos trabajando, nunca nos daremos por vencidos.
The Stranger.
Joss Blackmore, en memoria de su padre, Frank Blackmore.