miércoles, 12 de enero de 2011

6ª trasmisión.

6ª trasmisión.


La transmisión llegó en el momento más inesperado. Tanto, hacía tantas semanas que se perdió el contacto, que el operador de comunicaciones no estaba en su puesto. Se estaba dedicando a lo único que se dedicaba desde que sucedió todo. Si es cierto que las comunicaciones desde Nebraska lo habían evadido un poco, pero volvió por sus fueros.
Intentaba beneficiarse a toda costa a una de los miembros del cuerpo de seguridad femeninos, sin éxito. Una tras otra, las intentonas eran devueltas, cuanto menos en condiciones no humillantes para él. Ella ya tenía quien la satisfacía sexualmente, y no era otra, ni más ni menos, que su compañera. Reía entre dientes al imaginar qué pensarían los hombres de la base si se enterasen de que ambas eran lesbianas.
El militar intentaba sin éxito conseguir una respuesta afirmativa, pero su instinto, en su interior, ya rozaba la idea de la violación, dato este que sin duda se le escapaba a la mujer.
La sexta transmisión estuvo varias horas parpadeando en el monitor, incansable, como cuando un autómata realiza sin pasión las tareas para las que son programados.
El operador recorrió los oscuros pasillos de regreso a su puesto, dándole vueltas sin parar al asunto que le preocupaba. No le gustaba siquiera la idea de violarla, pero ya estaba cansado de masturbarse; se recordaba a un mono y eso le daba más asco aún ya que le minaba la línea de flotación directamente.
Desde el exterior y a través de la puerta de cristal observó el parpadeo, y automáticamente su mente se centró en una posible trasmisión de The Stranger, su cerebro se centró en pensamientos más positivos.
Corriendo, tropezando con sillas y mesas llegó a su puesto, y sin dejar de mirar la pantalla verde se acercó una butaca con ruedas, se acomodó y empezó a leer.


Beginning of transmission of the Defense Department.

From: The Stranger.
Locate: Big Lake, Alaska, EEUU.
To: To the whole world… To whom he me listens… To the survivors

Hace casi un mes que no trasmito nada, imagino que habríais perdido toda esperanza, pero seguimos aquí, trabajando turnos de catorce horas para intentar encontrar una solución antiviral.
Hace tres semanas un virus de viruela modificado genéticamente escapó de su arcón al descongelarse, aún sin causas contrastadas. El ala del laboratorio donde estaba dicha muestra se quedó sin suministro eléctrico debido a un fallo en uno de los generadores y alguien debió abrirlo. Según mantenimiento, el problema fue, que ese día no se completó el nivel de gasoil necesario debido a la escasez de este, y la programación del autómata no era la adecuada para casos de falta de potencia, dejando los congeladores sin esta. Al responsable creo que se lo echaron a los infectados que tenemos como cobayas.
El índice de mortalidad fue solo de un 4%, pero el error hizo pensar a la cúpula, y nos han trasladado a Alaska, a Big Lake. La explicación es simple; en estos laboratorios la corriente suministrada proviene de aerogeneradores, y baterías y acumuladores eléctricos, con lo que es casi imposible que se generen fallos como el de Nebraska.
En cuanto a nuestro trabajo, no hay grandes cambios. Seguimos dándonos de bruces contra la pared. Parece que los japoneses van más adelantados que nosotros, pero aún no sé en qué medida, o que avances han conseguido.
Os remito la siguiente parte del diario de Frank.

Las cosas están que echan humo. El trabajo no avanza como debe, pero no lo estoy ralentizando como dije que haría. El virus es mucho más complejo de lo que pensaba en un primer momento, y el principal problema radica en la velocidad con la que muta. Debemos encontrar los parámetros de esas mutaciones, que parte de su ADN es la que lo hace, suponiendo que solo sea una, e intentar interceptar ese proceso. Aún no sé qué se me escapa.
Por otro lado Yuri es una buena persona, se debe a su trabajo en cuerpo y alma y no deja que nada se interponga entre ambos. Hay veces que resulta difícil creer que está conmigo para espiarme, pero lo cierto, y lo que sí sé a ciencia cierta es que no tiene nada que envidiarme como virólogo. El tío es un crack.
Lo que peor estoy gestionando sin duda es el aislamiento, tanto en el laboratorio, ya que hace tres días que no me dejan salir al exterior, como el de mi familia. La otra noche me despertó Yuri preguntándome con quien hablaba, y no supe que responderle; el caso es que estaba soñando con mi hijo pequeño. En mi sueño hacia trastadas una detrás de otra y después se escondía detrás de su bonita cara de pillo, hasta que me enfadaba y le reñía, jaja, fue de lo más real.
No entiendo a estos rusos, ni al porqué del aislamiento al que me someten, ni entiendo a Genoma, no sé porqué lo permiten, y aunque este acostumbrado a trabajar bajo presiones de este tipo, el asunto me desvía de mi trabajo y me genera malestar.
Debo concentrarme en el puto animal si quiero salir pronto de aquí.

… No tengo más tiempo, continuar a la escucha. Cada día que pasa, sois más, tener fuerza.
The Stranger.